viernes, 9 de abril de 2010
La altitud
Repercute tanto en las temperaturas como en las precipitaciones. El efecto de la altitud sobre las temperaturas consiste en que provoca su disminución, a razón de 1º C cada 150 metros. La explicación es que con la altura disminuye la densidad del aire y cuanto menos denso es el aire, menos capacidad tiene para retener y reflejar el calor. Las precipitaciones, en cambio, aumentan con la altitud, ya que el aire al elevarse se enfría y al enfriarse alcanza su nivel de saturación, lo que provoca la condensación del vapor de agua y la aparición de las precipitaciones. Las montañas de hecho, son las causantes de un tipo peculiar de precipitaciones, llamadas precipitaciones de relieve, que se originan cuando una masa de aire húmeda tropieza con una montaña y se ve obligada a ascender para poder salvar el obstáculo montañoso y continuar su camino. Hay que tener en cuenta que las zonas más elevadas de las montañas a partir de los 3 000 metros en la zona templada y de los 5 000 en la zona tropical, registran en general una gran escasez de precipitaciones, puesto que cuando llegan a cierta altitud las masas de aire ya han descargado toda la humedad.
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